Concepto

VISIÓN REGENERADA


12 de marzo de 2010

FASE 1 CARACTERIZACIÓN DEL TEMA (Antecedentes Históricos)

El objetivo de caracterizar el tema, en este caso "mercado", es obtener un amplio conocimiento a través de su historia y sus características; conocer los diferentes tipos de mercados, su organización, sus estructuras por medio de analogías. Esto nos dará la pauta para adentrarnos al análisis del sitio que es la siguiente Fase.
Definición de Mercado: Punto de reunión en donde se efectúan las transacciones de compra y venta, dándose así la oferta y la demanda que mueven el corazón del mercado.
Mercado "Hidalgo" de la colonia Reforma en la Ciudad de Oaxaca, México
HISTORIA
A la llegada de los españoles a México en el siglo XVI, los indígenas se vieron en la necesidad de cerrar su extraordinario mercado para desabastecer a los invasores y así tratar de conservar la nación. Uno de los mercados prehispánicos de una alta talla nacional es el de Tenochtitlan el cual dio la pauta para seguir su sistema de comercialización para los posteriores en su especie.
Un punto clave en el mercado pehispánico y contemporáneo fue y sigue siendo el Tianguis.

Definición de Tianguis: Mezcla de tradiciones en donde existe una concurrencia de personas, y se da el regateo de los productos provenientes de distintos territorios geográficos.

Tianguis en la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Oaxaca, México
EVOLUCIÓN DEL MERCADO
Época Prehispánica Los mercados se realizaban en los sitios considerados como corazón de la ciudad. Un pregonero que portaba en ambas manos sendos estandartes engalanados con plumajes y tiras de papel (Tianquiz oTecpoyotl, el que anunciaba el mercado) daba aviso, con su palabra y presencia, el día consagrado para la realización de esa actividad. La imagen espectacular y novedosa de los tianguis sorprendió a los españoles por la organización y la variedad de productos destinados al comercio. La esencia del México prehispánico conservó su lugar en la naciente Nueva España; uno de sus signos distintivos que perduran, para disfrute de todos, son los antiguos tianguis reglamentados a la manera indígena. El día de plaza o "mercado mayor" sigue presente en nuestros días, sobre todo en los diversos pueblos aledaños a cada provincia mexicana. En algunos lugares el sistema de trueque continúa vigente; el intercambio como necesidad y disfrute de formas y colores se entreteje para que, al igual que en otros tiempos, la "plaza" sirva de vínculo a las comunidades. Este nombre se originó debido a que la celebración tenía lugar en los espacios abiertos que rodeaban a los principales edificios religiosos y civiles.
Época colonial Los conquistadores quedaron asombrados al ver el gran tianguis de Tenochtitlan, más grande que cualquiera de los mercados existentes en España. Durante la dominación española no hubo grandes cambios en la organización de los mercados, aceptaron dejar el comercio en manos de los indígenas y permitieron cierta continuidad en formas de intercambio indígena, ya que contaban con una gran variedad y cantidad de productos en venta. Sólo hubo pequeños ajustes en las mercancías que se vendían, de acuerdo a las necesidades de la nueva clientela. Con el tiempo el comercio a larga distancia se convirtió en un oficio practicado por los arrieros que llegaron a ser los amos de los caminos coloniales. Se trató de seguir con los sistemas tributarios establecidos por los mexicas; durante los primeros años, el tributo pagado por los indígenas a los encomenderos fue uno de los factores más importantes para el abastecimiento de la población española en la ciudad ya que se pagaba en tributo en especie con maíz, aves, huevos, frutas, etc. Los medios de cambio en el mercado se modificaron con la introducción de las monedas metálicas españolas que tenían un valor fijo con respecto a las monedas de cacao, a los quachtli o pequeñas mantas de tela de algodón y los cañones transparentes de pluma de ánade rellenos de polvo de oro. Como novedad para reglamentar las ventas en los mercados se introdujeron las pesas y medidas españolas, cosa a la que se acostumbraron rápidamente los indígenas. Los españoles ajustaron los días de mercado al calendario cristiano, fijándolos cada semana en lugar de cada veinte días como lo marcaba el calendario prehispánico. En los mercados podían verse productos españoles combinados con los locales: las lechugas, la coliflor, y los chícharos compartían el espacio con las verdolagas, el aguacate y los chiles. La combinación de los alimentos de los dos mundos mejoró la dieta proporcionando una comida más variada y nutritiva. Durante los primeros años los productos europeos de: carne, frutas y verduras tenían precios muy elevados. A fines de la década de 1520 los precios se desplomaron a tal magnitud que los indígenas urbanos podían pagarlos. Hasta mediados del siglo XVI la única plaza de la ciudad de México fue la plaza mayor, en ella estuvo el mercado por excelencia de la Nueva España en donde se concentró prácticamente toda la vida comercial de los españoles, el mercado tenía un aspecto sucio debido a los puestos desordenados, a los jacalones de comida y a los animales que se vendían.
Siglo XX El mercado es el símbolo distintivo de nuestras raíces y que existió un pasado lleno de variedades de colores, olores y sabores. Todo esto seguirá prevaleciendo de generación en generación enriqueciendo cada vez más al país. Surgen los mercados sobre ruedas con el objeto de combatir el intermediaríamo entre el productor y el consumidor. Los supermercados aparecen hacia los años 30.

Siglo XXI En la actualidad se puede observar que la tendencia de los mercados es cada vez más crítica ya que se presume un desvanecimiento de este elemento primordial, el supermercado es el causante de esta agonía. Los supermercados cuentan con estrategias para una mejor comodidad al usuario haciendo uso de la mercadotecnia provocando comprar más de los productos básicos.

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